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Dormitorio compartido niño y niña: ¿Cómo decorarlo?

Dormitorio compartido niño y niña

Decorar un dormitorio compartido niño y niña es fácil si tenemos clara una premisa: ante todo son niños y como tal, aunque sus mundos pueden ser distintos y sus gustos tengan visibles diferencias, hay entre ellos un vínculo primordial además de la afinidad propia de la infancia. El diferenciar los espacios no debería ser un problema más allá de respetar sus propios gustos y caer en la tentación de acudir al clásico rol de rosa y azul, que es algo ya trasnochado.

Obviamente, cuanta mayor edad tenga los niños, más marcadas serán las diferencias entre ambos porque cada uno de ellos irá acercándose a la personalidad y estilo que poco a poco van construyendo. Esto, en lugar de ser una barrera, puede ser un lugar de confluencia y armonía, huyendo de los roles estereotipados y las diferencias entre hermanos.

Pese a eso, también es obvio que cada niño va a reclamar un espacio propio en el que sentirse cómodo y con el que pueda ser el mismo.

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Colores neutros

Jugar con los tonos neutros y blancos nos va a permitir, además de darle una mayor sensación de amplitud al dormitorio, jugar tan solo con los detalles de decoración sin tener que distinguir entre colores de niño o niña.

Podemos poner sus nombres sobre el cabecero de la cama, en los cojines o almohadas o adjudicar la propiedad de la cama a uno u otro sin que sean los colores clásicos quienes los distingan.

Colores alternativos

También podemos subir de los colores clásicos y utilizar aquellos que menos apego sienten por el género, ¿qué tal el amarillo y el verde? ¿Y el púrpura?

Estos colores nos darán vida al dormitorio compartido por  niño y niña huyendo de los colores clásicos.

Elementos y muebles de separación

Una buena solución sería utilizar muebles o elementos de separación entre dos camas, de forma que logremos diferenciar dos ambientes distintos entre ambos. De ese modo con, por ejemplo, unas estanterías cada uno tendrá su propio espacio y estilo.

Utilizar los recursos arquitectónicos

Otra forma de crear dos ambientes es utilizar los recursos arquitectónicos que nos pueden ofrecer la habitación un techo abuhardillado nos permitirá colgar una hermosa cortina. Nos va a permitir levantar un pequeño muro de media altura, forma de estante, y eso sería suficiente separación entre 2 ambientes.

Las paredes como centro de decoración

Una forma muy decorativa de recrear los ambientes distintos en un dormitorio compartido niño y niña sería utilizar las paredes como punto importante de decoración. Vinilos de distintas formas y colores, personajes Disney, superhéroes o princesas, cada uno con su héroe o personaje favorito sobre la pared de su cama.

Jugar con la ropa de cama

Jugar con la ropa de cama también puede ser una gran opción si tenemos buen gusto. Podemos utilizar elementos clásicos decorativos en la ropa de cama, rayas, cuadros y topos que diferencian a quién pertenece cada una.  Esto es un poquito arriesgado, ya que si abusamos o recargamos de distintos elementos diferenciadores, puede que los distintos estampados acaben dándose tortas, pero si utilizamos unos fondos o bases neutras y colocamos los elementos de forma discreta y con medida, el resultado puede ser espectacular.

Enfrentar las camas

Si el dormitorio compartido por niños y niñas suficientemente grande una solución sería poner las camas enfrentadas en lugar de la clásica posición de una cama al lado de la otra.

Eso nos permitiría tener una amplia zona neutra, en donde ellos pueden jugar sin tener que añadir apenas elementos, salvo quizás una alfombra para sus juegos que puede ser más neutra.

Si incluso así no tenemos suficiente espacio, lo mejor que puedes pensar es en poner literas o camas abatibles, tendrás que pensar cómo te viene mejor la distribución y si la habitación les da suficientes metros para jugar teniendo las camas siempre presentes.

Estilos de adultos

Siempre podemos aplicar en las habitaciones infantiles estilos que quizás sean más propios de los dormitorios para adultos, por ejemplo un estilo nórdico o minimalista con colores. Incluso estilos marinos con azules y blancos que nos permitan encontrar una decoración neutra y con la que ambos niños puedan sentirse a gusto.

Bueno… azul y rosa…

Si pese a todo seguimos apostando por los clásicos azul y rosa, lo que queda genial es usarlos en tonos pastel y es el clásico recurso para un dormitorio compartido niño y niña.

Esos tonos claros con el blanco o color crema de fondo aunándolo todo te va a permitir diferenciar las camas, la decoración o los muebles sin que los colores sean demasiado ostentosos. Al mismo tiempo crearás un ambiente suave y dulce relajado, donde tus niños pueden crecer entre nubes de colores claros y luminosos.

Camas en las esquinas

Utilizar la arquitectura propia de la habitación para poner las camas en L en las esquinas te permitirá jugar con los espacios amplios y centrará la visión de la habitación en zonas neutras, como puede ser la zona de juegos o estudio, donde lo importante, más allá de los colores y de la misma habitación, serán los muebles y escritorios o las zonas donde ellos puedan jugar a sus anchas.

Ante todo, en el momento de decorar un dormitorio compartido niño y niña, lo primero que se debe tener en cuenta es lo obvio, que son niños que necesitan jugar, estudiar y tener un lugar que sientan suyo, en el que puedan ser ellos mismos y desarrollarse a nivel personal. Si vencemos la tentación de caer en el típico rosa y azul, ellos crecerán libres de estereotipos, lo que ya es en sí mismo un principio de educación y evolución personal.

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